El
Ayuntamiento tapatío asegura que en Matatlán se deposita la basura para
la pepena y luego se traslada en góndolas a Los Laureles.
- Aumentan desarrollos habitacionales aledaños al tiradero
Es necesaria una transición prolongada, argumenta la Dirección de Ecología del Ayuntamiento de Guadalajara
TONALÁ, JALISCO (13/FEB/2012).- El
caso del vertedero de Matatlán revela una actuación débil de varios
gobiernos municipales tapatíos, como los de Emilio González, el de
Alfonso Petersen y de Aristóteles Sandoval en su periodo como alcalde,
pues los tres “han sido muy complacientes con la concesionaria Caabsa
Eagle” en el compromiso que ésta asumió para el abandono de este relleno
y su regeneración a fondo para que sea utilizado como un espacio
público.
Así lo expresa la ex regidora de la Comisión de Ecología en la administración 2006-2009, Celia Fausto Lizaola, quien denunció que los resultados escasos que se tienen, al menos en lo que se conoce de parte del ciudadano común, es que no hay avances reales en la regeneración de Matatlán, pese a un compromiso vigente desde 2004.
Por lo mismo, señaló que el manejo de este vertedero, en los hechos la autoridad municipal, “ha estado sometida a los intereses del negocio de la concesionaria, más que a los intereses de la ciudadanía. El vertedero de Matatlán es un ejemplo de esto”.
Subraya que el caso de Matatlán amerita una explicación confiable y precisa de parte de la autoridad, “máxime que ahora Caabsa se deslinda de la regeneración del vertedero porque esta tarea ha sido ya adjudicada a otra empresa (una corporación española), sin una comunicación explícita a los ciudadanos, y porque los problemas ambientales del ex relleno ahí están, sobre todo para los nuevos fraccionamientos autorizados por el Ayuntamiento de Tonalá”.
La actual secretaria de Medio Ambiente y Ecología de Guadalajara, Magdalena Ruiz Mejía, expone que el cese de operaciones de lo que fue el relleno del camino a Matatlán supone una transición prolongada porque tan sólo el Municipio de Guadalajara aún deposita ahí en promedio 350 toneladas diarias de su basura para su manejo de separación, antes de ser llevada al relleno de Los Laureles, ubicado también en Tonalá.
Otras 900 toneladas son enviadas a la planta 18 de Marzo y otro volumen que supone 35% del total son remitidas directamente al vertedero de Los Laureles.
La funcionaria detalla que Matatlán es un sitio de transferencia. “Con esto se cumple que Matatlán no sea un sitio de disposición final de la basura”.
Menciona que el espacio de Matatlán quedó anacrónico ante las exigencias de estándares internacionales, pero esto se pretende revertir a partir del contrato que el municipio y la empresa Caabsa Eagle han reformulado a partir de 2007, si se considera que la NOM 083 “obliga a los concesionarios a dar mantenimiento a un relleno dentro de las obligaciones contraídas en las fases de cierre y abandono”, lo que implica el trabajo de Caabsa Eagle por 20 años.
Ruiz Mejía refiere que se requiere de un nuevo paradigma en la sociedad tapatía para una cultura de generar la menor basura posible, como se ha logrado en otros países, lo que es una tarea compleja que implica, entre otros retos, un nuevo marco normativo que contemple el aprovechamiento integral de la basura, en vez del concepto actual de enfocarse al aseo público, como lo visualiza el reglamento actual en la materia.
Por su parte, el responsable de Aseo Público de Tonalá, José Esquivias, apunta que en promedio diario este municipio lleva a Matatlán cerca de 15 toneladas de basura para su separación y posterior traslado a Los Laureles, dado que también se tiene la concesión a favor de Caabsa Eagle.
Citó que de momento no se tienen quejas de vecinos que se digan afectados por molestias de los lixiviados y por los olores del metano. En esto, afirma tener conocimiento de que “la concesionaria ha trabajado para reducir riesgos, a través fosas para la captación del gas y los lixiviados”.
Comunica que se tiene cierto avance de la concesionaria en la plantación de pasto y árboles en cierta superficie de lo que fue el relleno, pero no ofreció detalles.
PARA SABER
Generación por habitante
Mientras que en Japón y Alemania la generación diaria por habitante supone 650 gramos, en Jalisco se supera el kilogramo.
Monterrey (ahí se aprovecha el biogás para el alumbrado público), Puebla, Querétaro y Aguascalientes llevan avances superiores en el manejo integral de la basura en comparación con Guadalajara.
En Mérida cada familia paga mil 200 pesos al año como un impuesto para la recolección de la basura, una cifra menor al monto de las propinas que se entregan a los “campaneros” en nuestro Estado.
La voz del experto
“Bomba de tiempo”
Gerardo Bernache (investigador del Ciesas).
Un botón de muestra en Jalisco de las políticas improvisadas y carentes de continuidad en materia ambiental se tiene en el vertedero de Matatlán, donde todavía no se cumple con una agenda elaborada hace varios años, que lleva la finalidad de convertir el terreno en parque público, expresa el investigador del Centro de Investigaciones y Estudios en Antropología Social (Ciesas), Gerardo Bernache.
Señala que “en el papel, este lugar ya no debería recibir más basura, según lo prometido hace varios años, pero en la práctica es un sitio receptor de desechos, como se puede constatar”.
Cabe referir que según sus vigilantes se reciben entre 60 y 70 camiones diarios, cuyos materiales son separados por los pepenadores y después llevados al relleno de Los Laureles.
Quien fuera responsable de asuntos ambientales en el gobierno municipal de Emilio González Márquez al frente del Ayuntamiento tapatío, Francisco Padilla Mancilla, recordó que desde 2004 se hizo público el compromiso del municipio de Guadalajara para que este tiradero dejara de recibir basura y que gradualmente fuera desactivado en sus puntos críticos, como son los lixiviados y el gas metano, lo que no se ha efectuado hasta el momento.
Según Bernache, el relleno de Matatlán, es un punto crítico “y una bomba de tiempo” para los asentamientos vecinos por los inconvenientes de los lixiviados y el olor a metano, sobre todo para los habitantes de las casas de una parte del fraccionamiento Senderos del Santiago.
Este investigador explica que las acciones de mantenimiento del ex relleno son muy elementales y con una tecnología de impacto reducido, tanto para contrarrestar el efecto de los lixiviados, como de la generación de metano, lo que como están las cosas, augura dos o tres décadas de problemas por estos factores.
Por su parte, el titular de la Procuraduría Estatal del Medio Ambiente (Proepa), Fernando Montes de Oca, afirmó que de acuerdo con el comportamiento reciente, este tiradero ya no ha tenido situaciones apremiantes en lo que toca a problemas con los vecinos, puesto que si se analiza con rigor no han surgido conflictos serios, a diferencia de lo que ha ocurrido en otros lugares, como los que pasaron en el tiradero de Las Juntas, donde se llegaron a tener explosiones del metano.
Los rellenos, “la solución menos peor”
Para el titular de la Proepa en Jalisco, Fernando Montes de Oca, el método de los rellenos sanitarios para el tratamiento de los residuos sólidos “es la alternativa menos peor” entre otras disponibles. Sin embargo, dijo que se ha avanzado gradualmente en el ordenamiento de 168 sitios de depósitos de basura en la geografía jalisciense.
Por lo mismo, descarta que en Jalisco se presente una situación como la que recientemente ocurrió en el Distrito Federal, en la que se tuvo que recurrir en forma urgente a buscar tiraderos del vecino Estado México. Sin embargo, reconoce, hay que dar pasos para resolver el problema más a fondo, como el aprovechamiento del gas metano para generar energía eléctrica y de la conversión de los lixiviados en agua de riego. En este punto, aduce, hay que valorar el avance de la empresa Hasar’s de Zapopan que ya dio un paso de gran importancia en lograr que los lixiviados se puedan utilizar como agua de riego. Dice que está pendiente el aprovechamiento productivo del metano.
El mencionado Gerardo Bernache también resalta el avance conseguido por Hasar’s, por lo que esto debe ser motivo de que las autoridades adopten esta tecnología y resuelvan de lleno los problemas que han perjudicado a varias comunidades afectadas por el flujo de lixiviados, como Huaxtla y Ixcatán, entre otras.
Dato
Siete mil toneladas
En Jalisco se generan diariamente siete mil toneladas de basura; 70% corresponde a la zona conurbada.
Actualmente hay 168 sitios municipales de recolección de basura en la Entidad.
Niega anomalías
Trabajamos con base en el contrato: Caabsa
La tarea que realiza Caabsa Eagle en el ex relleno en la recepción y separación de basura, además del monitoreo de las fosas de lixiviados y biogás, “es conforme al derecho que se tiene en el contrato con el Ayuntamiento de Guadalajara”, puntualiza el responsable de la empresa en esta ciudad, Antonio Villada Navarro.
Explica que el trabajo de restauración del sitio del vertedero corresponde a una empresa española que tiene el compromiso específico ante la autoridad municipal, de modo que Caabsa Eagle sólo tiene la obligación de monitorear las fosas de lixiviados y del biogás para evitar situaciones de riesgo.
Recalca que si bien no hay condiciones de riesgo de explosiones por el biogás o fugas de lixiviados, “se tuvo un grave error de la autoridad municipal al autorizar nuevos fraccionamientos, junto a un sitio de un relleno sanitario”.
La tarea de continuar con la recepción de la basura en Matatlán obedece a dos factores: “mantener la fuente de trabajo de 400 pepenadores, como por reducir el número de traslado de residuos hasta el vertedero de Los Laureles, ya al llevar a ese sitio los depósitos en góndolas (tráileres) se reduce el número de viajes. Citó que cada góndola tiene una capacidad de almacenaje de cinco camiones”.
El monitoreo, agrega, también supone la reinyección de los lixiviado en las fosas para facilitar la aceleración del deterioro de estas sustancias.
En lo que será el proceso para que el terreno de Matatlán se convierta en un sitio distinto, como un espacio arbolado de recreación, responde que de 2004 (año en que dejó de ser relleno) deben pasar un mínimo de 12 años para que se terminen las emanaciones de lixiviados y metano, a fin de que cumpla con la normatividad oficial en el manejo de los rellenos sanitarios.
En su punto de vista, todavía es negocio aprovechar el biogás de Matatlán, de modo que esto habrá de ser tomado en cuenta por la empresa responsable de la restauración del vertedero, a la manera del proyecto que tiene en marcha Caabsa para aprovechar el biogás de Los Laureles.
Inversiones en Los Laureles
Villeda informó también que su empresa tiene en marcha el proyecto de la quema del metano en el vertedero de Los Laureles, lo que supone una inversión de 20 millones de pesos en la fase de una planta de aprovechamiento de los lixiviados, y posteriormente otra inversión de tres millones de dólares en el manejo del biogás.
Abundó que el objetivo final supone la instalación de una planta generadora de 4.8 megawatts de energía eléctrica, a partir del metano, lo que supone otra inversión de 9 millones de dólares.
El directivo de Caabsa expone que este proyecto se encuentra en fase de certificación ante la Organización de Naciones Unidas, de modo que se puedan conseguir los beneficios financieros del esquema de bonos de carbono.
Comentó que la generación de electricidad supone un paso sustancial para el proceso de aprovechamiento de la basura, a diferencia de la situación actual del mercado que no tiene suficiente demanda por la composta orgánica, ni de todo el material que se recolecta.
Así lo expresa la ex regidora de la Comisión de Ecología en la administración 2006-2009, Celia Fausto Lizaola, quien denunció que los resultados escasos que se tienen, al menos en lo que se conoce de parte del ciudadano común, es que no hay avances reales en la regeneración de Matatlán, pese a un compromiso vigente desde 2004.
Por lo mismo, señaló que el manejo de este vertedero, en los hechos la autoridad municipal, “ha estado sometida a los intereses del negocio de la concesionaria, más que a los intereses de la ciudadanía. El vertedero de Matatlán es un ejemplo de esto”.
Subraya que el caso de Matatlán amerita una explicación confiable y precisa de parte de la autoridad, “máxime que ahora Caabsa se deslinda de la regeneración del vertedero porque esta tarea ha sido ya adjudicada a otra empresa (una corporación española), sin una comunicación explícita a los ciudadanos, y porque los problemas ambientales del ex relleno ahí están, sobre todo para los nuevos fraccionamientos autorizados por el Ayuntamiento de Tonalá”.
La actual secretaria de Medio Ambiente y Ecología de Guadalajara, Magdalena Ruiz Mejía, expone que el cese de operaciones de lo que fue el relleno del camino a Matatlán supone una transición prolongada porque tan sólo el Municipio de Guadalajara aún deposita ahí en promedio 350 toneladas diarias de su basura para su manejo de separación, antes de ser llevada al relleno de Los Laureles, ubicado también en Tonalá.
Otras 900 toneladas son enviadas a la planta 18 de Marzo y otro volumen que supone 35% del total son remitidas directamente al vertedero de Los Laureles.
La funcionaria detalla que Matatlán es un sitio de transferencia. “Con esto se cumple que Matatlán no sea un sitio de disposición final de la basura”.
Menciona que el espacio de Matatlán quedó anacrónico ante las exigencias de estándares internacionales, pero esto se pretende revertir a partir del contrato que el municipio y la empresa Caabsa Eagle han reformulado a partir de 2007, si se considera que la NOM 083 “obliga a los concesionarios a dar mantenimiento a un relleno dentro de las obligaciones contraídas en las fases de cierre y abandono”, lo que implica el trabajo de Caabsa Eagle por 20 años.
Ruiz Mejía refiere que se requiere de un nuevo paradigma en la sociedad tapatía para una cultura de generar la menor basura posible, como se ha logrado en otros países, lo que es una tarea compleja que implica, entre otros retos, un nuevo marco normativo que contemple el aprovechamiento integral de la basura, en vez del concepto actual de enfocarse al aseo público, como lo visualiza el reglamento actual en la materia.
Por su parte, el responsable de Aseo Público de Tonalá, José Esquivias, apunta que en promedio diario este municipio lleva a Matatlán cerca de 15 toneladas de basura para su separación y posterior traslado a Los Laureles, dado que también se tiene la concesión a favor de Caabsa Eagle.
Citó que de momento no se tienen quejas de vecinos que se digan afectados por molestias de los lixiviados y por los olores del metano. En esto, afirma tener conocimiento de que “la concesionaria ha trabajado para reducir riesgos, a través fosas para la captación del gas y los lixiviados”.
Comunica que se tiene cierto avance de la concesionaria en la plantación de pasto y árboles en cierta superficie de lo que fue el relleno, pero no ofreció detalles.
PARA SABER
Generación por habitante
Mientras que en Japón y Alemania la generación diaria por habitante supone 650 gramos, en Jalisco se supera el kilogramo.
Monterrey (ahí se aprovecha el biogás para el alumbrado público), Puebla, Querétaro y Aguascalientes llevan avances superiores en el manejo integral de la basura en comparación con Guadalajara.
En Mérida cada familia paga mil 200 pesos al año como un impuesto para la recolección de la basura, una cifra menor al monto de las propinas que se entregan a los “campaneros” en nuestro Estado.
La voz del experto
“Bomba de tiempo”
Gerardo Bernache (investigador del Ciesas).
Un botón de muestra en Jalisco de las políticas improvisadas y carentes de continuidad en materia ambiental se tiene en el vertedero de Matatlán, donde todavía no se cumple con una agenda elaborada hace varios años, que lleva la finalidad de convertir el terreno en parque público, expresa el investigador del Centro de Investigaciones y Estudios en Antropología Social (Ciesas), Gerardo Bernache.
Señala que “en el papel, este lugar ya no debería recibir más basura, según lo prometido hace varios años, pero en la práctica es un sitio receptor de desechos, como se puede constatar”.
Cabe referir que según sus vigilantes se reciben entre 60 y 70 camiones diarios, cuyos materiales son separados por los pepenadores y después llevados al relleno de Los Laureles.
Quien fuera responsable de asuntos ambientales en el gobierno municipal de Emilio González Márquez al frente del Ayuntamiento tapatío, Francisco Padilla Mancilla, recordó que desde 2004 se hizo público el compromiso del municipio de Guadalajara para que este tiradero dejara de recibir basura y que gradualmente fuera desactivado en sus puntos críticos, como son los lixiviados y el gas metano, lo que no se ha efectuado hasta el momento.
Según Bernache, el relleno de Matatlán, es un punto crítico “y una bomba de tiempo” para los asentamientos vecinos por los inconvenientes de los lixiviados y el olor a metano, sobre todo para los habitantes de las casas de una parte del fraccionamiento Senderos del Santiago.
Este investigador explica que las acciones de mantenimiento del ex relleno son muy elementales y con una tecnología de impacto reducido, tanto para contrarrestar el efecto de los lixiviados, como de la generación de metano, lo que como están las cosas, augura dos o tres décadas de problemas por estos factores.
Por su parte, el titular de la Procuraduría Estatal del Medio Ambiente (Proepa), Fernando Montes de Oca, afirmó que de acuerdo con el comportamiento reciente, este tiradero ya no ha tenido situaciones apremiantes en lo que toca a problemas con los vecinos, puesto que si se analiza con rigor no han surgido conflictos serios, a diferencia de lo que ha ocurrido en otros lugares, como los que pasaron en el tiradero de Las Juntas, donde se llegaron a tener explosiones del metano.
Los rellenos, “la solución menos peor”
Para el titular de la Proepa en Jalisco, Fernando Montes de Oca, el método de los rellenos sanitarios para el tratamiento de los residuos sólidos “es la alternativa menos peor” entre otras disponibles. Sin embargo, dijo que se ha avanzado gradualmente en el ordenamiento de 168 sitios de depósitos de basura en la geografía jalisciense.
Por lo mismo, descarta que en Jalisco se presente una situación como la que recientemente ocurrió en el Distrito Federal, en la que se tuvo que recurrir en forma urgente a buscar tiraderos del vecino Estado México. Sin embargo, reconoce, hay que dar pasos para resolver el problema más a fondo, como el aprovechamiento del gas metano para generar energía eléctrica y de la conversión de los lixiviados en agua de riego. En este punto, aduce, hay que valorar el avance de la empresa Hasar’s de Zapopan que ya dio un paso de gran importancia en lograr que los lixiviados se puedan utilizar como agua de riego. Dice que está pendiente el aprovechamiento productivo del metano.
El mencionado Gerardo Bernache también resalta el avance conseguido por Hasar’s, por lo que esto debe ser motivo de que las autoridades adopten esta tecnología y resuelvan de lleno los problemas que han perjudicado a varias comunidades afectadas por el flujo de lixiviados, como Huaxtla y Ixcatán, entre otras.
Dato
Siete mil toneladas
En Jalisco se generan diariamente siete mil toneladas de basura; 70% corresponde a la zona conurbada.
Actualmente hay 168 sitios municipales de recolección de basura en la Entidad.
Niega anomalías
Trabajamos con base en el contrato: Caabsa
La tarea que realiza Caabsa Eagle en el ex relleno en la recepción y separación de basura, además del monitoreo de las fosas de lixiviados y biogás, “es conforme al derecho que se tiene en el contrato con el Ayuntamiento de Guadalajara”, puntualiza el responsable de la empresa en esta ciudad, Antonio Villada Navarro.
Explica que el trabajo de restauración del sitio del vertedero corresponde a una empresa española que tiene el compromiso específico ante la autoridad municipal, de modo que Caabsa Eagle sólo tiene la obligación de monitorear las fosas de lixiviados y del biogás para evitar situaciones de riesgo.
Recalca que si bien no hay condiciones de riesgo de explosiones por el biogás o fugas de lixiviados, “se tuvo un grave error de la autoridad municipal al autorizar nuevos fraccionamientos, junto a un sitio de un relleno sanitario”.
La tarea de continuar con la recepción de la basura en Matatlán obedece a dos factores: “mantener la fuente de trabajo de 400 pepenadores, como por reducir el número de traslado de residuos hasta el vertedero de Los Laureles, ya al llevar a ese sitio los depósitos en góndolas (tráileres) se reduce el número de viajes. Citó que cada góndola tiene una capacidad de almacenaje de cinco camiones”.
El monitoreo, agrega, también supone la reinyección de los lixiviado en las fosas para facilitar la aceleración del deterioro de estas sustancias.
En lo que será el proceso para que el terreno de Matatlán se convierta en un sitio distinto, como un espacio arbolado de recreación, responde que de 2004 (año en que dejó de ser relleno) deben pasar un mínimo de 12 años para que se terminen las emanaciones de lixiviados y metano, a fin de que cumpla con la normatividad oficial en el manejo de los rellenos sanitarios.
En su punto de vista, todavía es negocio aprovechar el biogás de Matatlán, de modo que esto habrá de ser tomado en cuenta por la empresa responsable de la restauración del vertedero, a la manera del proyecto que tiene en marcha Caabsa para aprovechar el biogás de Los Laureles.
Inversiones en Los Laureles
Villeda informó también que su empresa tiene en marcha el proyecto de la quema del metano en el vertedero de Los Laureles, lo que supone una inversión de 20 millones de pesos en la fase de una planta de aprovechamiento de los lixiviados, y posteriormente otra inversión de tres millones de dólares en el manejo del biogás.
Abundó que el objetivo final supone la instalación de una planta generadora de 4.8 megawatts de energía eléctrica, a partir del metano, lo que supone otra inversión de 9 millones de dólares.
El directivo de Caabsa expone que este proyecto se encuentra en fase de certificación ante la Organización de Naciones Unidas, de modo que se puedan conseguir los beneficios financieros del esquema de bonos de carbono.
Comentó que la generación de electricidad supone un paso sustancial para el proceso de aprovechamiento de la basura, a diferencia de la situación actual del mercado que no tiene suficiente demanda por la composta orgánica, ni de todo el material que se recolecta.
