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viernes, 26 de octubre de 2012

Desquician pepenadores el tráfico


En la manifestación participaron cerca de 200 pepenadores.
Foto: Maricarmen Galindo
Andrés Martínez/Mural
Reclaman que la basura sea enviada a la planta de transferencia La Cajilota, ubicada en Tlajomulco
Una manifestación de pepenadores afuera de las oficinas de la Secretaría del Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades) desquició ayer la circulación vehicular, por más de tres horas, en las inmediaciones de la Glorieta Colón.
Desde minutos antes de las 10:00 horas y con la exigencia de que no envíen basura a la planta de transferencia La Cajilota, ubicada en Tlajomulco, los manifestantes —que suelen laborar en el relleno sanitario Los Laureles— bloquearon el paso vehicular en Plan de San Luis y Circunvalación.
De acuerdo con agentes de la Secretaría de Vialidad y Transporte, las afectaciones del bloqueo se sintieron en arterias como López Mateos, Américas, Ávila Camacho y Enrique Díaz de León.
Luego de algunos gritos y protestas, y mientras que un grupo de pepenadores negociaba con las autoridades ambientales en las oficinas de la Semades, en el exterior la mayoría optó por sobrellevar la manifestación amenamente, organizando incluso unas “cascaritas” de futbol.
Debido a que algunos conductores se desesperaron e intentaron continuar su camino, hubo algunos conatos de bronca con los quejosos.
Araceli Batres, líder del Sindicato de Pepenadores, explicó que la marcha fue para rechazar la autorización que la Semades entregó a Caabsa Eagle —empresa concesionaria del servicio de recolección de la basura en varios Municipios metropolitanos—, para establecer un planta de transferencia en donde se separa y revaloriza la basura, antes de mandarla al sitio de disposición final, donde su gremio la “aprovecha”.
“Como llega primero a la planta para que la separen y luego la mandan al relleno (Laureles), ya cuando llega a nosotros nada más llega la basura de la basura”, expresó.
“Si antes los muchachos estaban sacando a duras penas unos 150 ó 180 pesos diarios, ahora apenas sacan 80 pesos”.
En contraste, de acuerdo con la dependencia estatal, el problema que originó la manifestación no es un conflicto ambiental, sino más bien laboral, por lo que la solución no está en sus manos.
En un comunicado de prensa, Caabsa Eagle señaló que debido a que los pepenadores que acudieron a manifestarse han invadido el relleno Los Laureles y violentado los convenios acordados con la empresa, para establecer la plantilla laboral de la nueva planta de transferencia se optó por mejor invitar a pepenadores de un grupo disidente.
“La empresa no va a ceder ante presiones de una mafia que quiere controlar la valoración de los residuos de los Municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara y menos que estén explotando a la gente que tiene la necesidad de acercarse recursos para subsistir”, sentencio Caabsa en el boletín.