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jueves, 8 de noviembre de 2012

Proyecto solar cuesta un tercio de La Yesca


Foto: Mariana Hernández
Especialistas apuestan por la generación de energía con paneles solares.
Agustín del Castillo/Milenio
Las hidroeléctricas y las termoeléctricas destruyen ecosistemas y desplazan poblaciones. El potencial de la energía solar es generar 50 veces la demanda nacional.
El costo ambiental y financiero de mantener el crecimiento energético ligado al petróleo y a las hidroeléctricas, que minimiza el enorme potencial del país en “energías renovables” —solar, eólica— es descomunal.
Por ejemplo, la presa hidroeléctrica La Yesca o Alfredo Elías Ayub, inaugurada el pasado 6 de noviembre por el presidente Felipe Calderón Hinojosa, representa el triple de costo de un proyecto de generación solar de similares dimensiones y potencial, y su impacto social y a la naturaleza es permanente, señalaron ayer el director del Centro Mexicano de Energías Renovables (Cemer), Víctor Hugo Rangel Hernández, y el promotor del proyecto fotovoltaico de Copala, en Zapopan, Genaro Martínez Delgadillo.
“Estamos haciendo un mal uso de nuestros recursos naturales; lo estamos viendo ya con el petróleo, tenemos otras fuentes de energía como pueden ser la solar y la eólica, o la energía de la biomasa; es el momento de hacer uso de ellas; Alemania está invirtiendo muchísimo aunque no tenga la exposición solar de nosotros”, destacó Rangel Hernández.
Es en buena medida por el peso de los intereses políticos y económicos ligados a la construcción de megaobras, admitió.
El caso de La Yesca es ilustrativo. “Según los datos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), generará 75 megawatts por hora, pero no aludieron a los efectos ambientales de un río alterado y los sociales, al ser desplazadas las personas de sus comunidades y que ni siquiera han acabado de entregarles las indemnizaciones correspondientes”, explicó Martínez Delgadillo.
A los ejidatarios desplazados se les entregó equipo para generar energía solar de calidad insuficiente, pero lo grave es que esta megapresa costó unos 15 mil millones de pesos, “el costo de su equivalencia en dinero para una planta fotovoltaica con similar producción es de un tercio de lo que costó La Yesca y un quinto en el tiempo de construcción”, subrayó.
El director del Cemer señaló que es clave invertir en investigación para aprovechar las fuentes alternativas de energía.
—Pareciera que la política energética va por un carril distinto a la preocupación por el cambio climático.
—De hecho, en la nueva agenda, supuestamente, va a haber cambios, pero al final, las energías renovables no las quieren tocar totalmente; va a haber cambios para Pemex, o sea, toda la parte de combustibles y de petróleo, pero no tocan el tema de las energías renovables, el presupuesto que se le está metiendo es muy bajo, es ridículo […] una de las razones es que esa gente dice, ‘tenemos petróleo, de qué nos preocupamos a 25 o 30 años, o incluso más, con los nuevos descubrimientos’… creo que mientras tengamos petróleo, la parte política no va a hacer mucho caso de los renovables.
—La CFE construye hidroeléctricas que son muy caras, con impactos ambientales brutales en algunos casos, y que está desplazando a mucha gente, ¿no debería ser la CFE uno de los líderes en el cambio del modelo?
—La CFE está trabajando en algunos proyectos, pero no apuesta a este tipo de energía; tiene un centro de investigación, pero yo siento que quiere aparentar, porque seguimos con las centrales termoeléctricas e hidroeléctricas, que son de un gran impacto ambiental.
México provee su electricidad de fuentes fósiles en 74 por ciento, de megapresas (22 por ciento) y geotermia (2 por ciento). El 2 por ciento restante es repartido en fuentes renovables, aunque el país tiene, en el caso de la energía solar, un potencial de generar 50 veces la demanda nacional, según la Semarnat.
Hoy, fallo contra megapresas
En el contexto de la preaudiencia: “Presas, Derechos de los Pueblos e Impunidad”, del capítulo mexicano del Tribunal Permanente de los Pueblos, esta mañana se presentará el fallo contra las megaobras El Zapotillo, Arcediano, La Yesca y Las Cruces, de la región occidental de México, en una conferencia de prensa en el Ex Convento del Carmen de esta ciudad.
La preaudiencia se desarrolló el 5 y 6 de noviembre en Temacapulín, comunidad afectada por la construcción de la presa El Zapotillo. “El objetivo de este evento fue denunciar la política sistemática de violación a los derechos de los pueblos campesinos e indígenas de México ante la construcción de presas y su relación con los tratados de Libre Comercio implementados en el país”, señalaron los organizadores.