Andrés Martínez, Mural (3 febrero 2013).- El
veneno que fluye por el Río Santiago y que se desprende al ambiente en
forma de tóxicos es un peligro para la salud de más de 100 mil personas,
tan sólo en la parte alta de la cuenca.
Así lo señala el Estudio de
la Contaminación en la Cuenca del Río Santiago y la Salud Pública de la
Región, realizado por especialistas en ecotoxicología pertenecientes a
la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS).
De acuerdo con la investigación, luego de revisar reportes sobre
enfermedades y padecimientos que podrían estar asociados a la
contaminación del agua, se determinó que tan sólo en el Municipio de
Ocotlán, la cantidad de personas que por vivir a menos de 5 kilómetros
del cauce se encuentra en un riesgo moderado o fuerte, asciende a 85 mil
473, lo que representa más del 91 por ciento de su población total.
Siguiendo el flujo del cauce, en el Municipio de Poncitlán, revela el estudio, hay 31 mil 700 personas viviendo en zona de riesgo; en Ixtlahuacán de los Membrillos hay 24 mil 384 y en Zapotlán del Rey 7 mil 800.
Según la investigación, tanto en Ocotlán como en los Municipios de El Salto y Juanacatlán, se presentaron las tasas de mortalidad específica más altas que el resto del Estado en enfermedades como las infecciosas intestinales, hipertensivas y crónicas de las vías respiratorias superiores.
Además, señala el estudio de la UCCS en esas mismas localidades se tienen registros de defunciones provocadas por malformaciones congénitas por encima de la media estatal.
Sin embargo, el hecho de que exista mayor repercusión en la parte alta de la cuenca de Santiago no es casual.
De acuerdo con la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), luego de la macrorrecomendación emitida en enero del 2009 por la contaminación del cauce, los Municipios de esta zona que fueron aludidos no ha reportado avances en el cumplimiento de la misma.
Los Municipios en cuestión van desde Ocotlán y Chapala, hasta Atotonilco el Alto, Poncitlán, Ixtlahuacán de los Membrillos y Juanacatlán.
Fernando Zambrano Paredes, coordinador de Seguimiento a Recomendaciones de la CEDHJ, resaltó que debido a que aceptaron la recomendación, los Municipios están obligados a cumplirla.
“Que contribuyan, que se solidaricen, pero sobretodo que cumplan con una obligación constitucional, que es precisamente remitir las constancias que acrediten el cumplimiento de la recomendación que se emitió”, comentó .
El funcionario estatal señaló que además de construir y operar plantas de tratamiento, los Gobiernos municipales deben desarrollar un sistema de políticas públicas como sancionar las empresas que contaminan y concientizar a la población sobre la importancia de tener un río limpio.
De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, por el Río Santiago corren cerca de mil 90 sustancias tóxicas, en su mayoría generadas por la industria
Siguiendo el flujo del cauce, en el Municipio de Poncitlán, revela el estudio, hay 31 mil 700 personas viviendo en zona de riesgo; en Ixtlahuacán de los Membrillos hay 24 mil 384 y en Zapotlán del Rey 7 mil 800.
Según la investigación, tanto en Ocotlán como en los Municipios de El Salto y Juanacatlán, se presentaron las tasas de mortalidad específica más altas que el resto del Estado en enfermedades como las infecciosas intestinales, hipertensivas y crónicas de las vías respiratorias superiores.
Además, señala el estudio de la UCCS en esas mismas localidades se tienen registros de defunciones provocadas por malformaciones congénitas por encima de la media estatal.
Sin embargo, el hecho de que exista mayor repercusión en la parte alta de la cuenca de Santiago no es casual.
De acuerdo con la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), luego de la macrorrecomendación emitida en enero del 2009 por la contaminación del cauce, los Municipios de esta zona que fueron aludidos no ha reportado avances en el cumplimiento de la misma.
Los Municipios en cuestión van desde Ocotlán y Chapala, hasta Atotonilco el Alto, Poncitlán, Ixtlahuacán de los Membrillos y Juanacatlán.
Fernando Zambrano Paredes, coordinador de Seguimiento a Recomendaciones de la CEDHJ, resaltó que debido a que aceptaron la recomendación, los Municipios están obligados a cumplirla.
“Que contribuyan, que se solidaricen, pero sobretodo que cumplan con una obligación constitucional, que es precisamente remitir las constancias que acrediten el cumplimiento de la recomendación que se emitió”, comentó .
El funcionario estatal señaló que además de construir y operar plantas de tratamiento, los Gobiernos municipales deben desarrollar un sistema de políticas públicas como sancionar las empresas que contaminan y concientizar a la población sobre la importancia de tener un río limpio.
De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, por el Río Santiago corren cerca de mil 90 sustancias tóxicas, en su mayoría generadas por la industria