Alejandro Velazco/La Jornada Jalisco
“Seguimos recibiendo mucha represión por
parte de la policía, porque existe aún mucha discriminación, y ahora los
candidatos hacen promesas pero cuando gobernaron no hicieron algo”,
explica Otilia Arellano, fundadora de la organización civil Amigos
Trabajando en los Cruceros, que trabaja para evitar que haya menores de
edad trabajando en las calles.
Otilia, quien después de haber vivido en
las calles de la ciudad fundó esta organización para unirse con sus
compañeros y mejorar su calidad de vida, añade: “ahorita veo, y eso es
muy desagradable, que cómo es posible que conociendo la problemática de
la sociedad, por qué justamente en estos momentos es cuando prometen,
por qué no hacen antes algo, cuando dicen que van a ayudar con
educación, con las madres, con las mujeres golpeadas, pues obviamente ya
lo sabían y ¿por qué no han hecho nada antes”.
La activista menciona que en la
asociación siguen de cerca a los integrantes de los gobiernos, “porque
como hemos sido pisoteados tanto por el gobierno siempre estamos al
tanto de quién hace más y quién hace menos y quién de plano no ha hecho
nada, en eso siempre estamos muy atentas”. Recuerda que los actuales
abanderados para la gubernatura de Jalisco alguna vez han sido parte de
una administración pública, “y nunca han trabajado por las necesidades
de la población vulnerable, como somos los trabajadores de los
cruceros”.
Menciona que
en la sociedad sigue la discriminación hacia dicho sector de la
sociedad, y enfatiza: “seguimos luchando contra toda la injusticia que
se vive en dondequiera que caminamos, como la injusticia gubernamental
de distintas dependencias, la marginación que vivimos, es una lucha muy
fuerte, sentimos que es muy difícil pero no imposible”.
A decir de Arellano es necesario que las
autoridades “hagan una investigación más a fondo, pues asegura que “por
encima no van a lograr mejorar las condiciones de la ciudadanía”.
“No se trata de ir y observar cuánta
gente hay en las calles trabajando y apuntar nombres y apellidos, si no
se hace algo más a fondo… Nosotros siempre escarbamos, no nos pueden
engañar, conocemos el problema que hay, las adicciones, el maltrato”,
refiere.
Junto a ella se encuentran dos menores
que estudian la primaria y la preparatoria, explica que ambos fueron
trabajadores en un crucero, pero ahora ya están preparándose. “Es normal
en la calle ver a un niño drogándose, a un niño o niña prostituyéndose,
pues porque es la calle, ahí no hay educación”, añade.
“Nosotros luchamos por educar a los papás, porque preferimos unir a los padres que a los puros morros,
nosotros crecimos en la calle y lo que nos faltó fue eso, una familia.
Había muchas instituciones que te vestían, te alimentaban, te cuidaban
tu salud, pero nos faltó lo más importante”, argumenta.
Señala que ha sido desagradable intentar
trabajar con el DIF Guadalajara. “Ellos se dedican a ver alguna familia
con problemas pero en vez de rascarle pues es más fácil quitarle a los
niños. Hay que educar, no pueden exigirle a una persona que creció en la
calle que eduque y sea responsable con sus hijos cuando ellos no han
sido educados “.