enero 25, 2012
Informador Redacción / GJD
Pobladores afirman que son amedrentados, por lo que han acudido a todas las autoridades sin obtener respuesta
CHAPALA, JALISCO (25/ENE/2012).- En los últimos 10
años, la comunidad de Mezcala ha denunciado la invasión de nueve
hectáreas del cerro El Pandillo por parte del empresario Guillermo
Moreno Ibarra, situación que se ha agravado recientemente por la
presencia de hombres y mujeres armados que amedrentan a la población.
En rueda de prensa, los indígenas coca
mostraron fotografías de sujetos vestidos de militares, encapuchados y
con armas de uso exclusivo del Ejército, al interior del predio que
Moreno Ibarra invadió desde 1999. La comunidad teme por su integridad,
ya que han denunciado la presencia de este grupo paramilitar ante el
Ejército, la Procuraduría General de la República, la Procuraduría
General de Justicia del Estado, y los municipios de Poncitlán y Ocotlán,
pero ninguna dependencia ha actuado al respecto.
“Se supone que hay una campaña contra el crimen organizado y con estas personas no hacen nada, a pesar de que son civiles que usan armas de uso exclusivo del Ejército. Hay una falta de autoridad contra este empresario, en cambio a nosotros, por defender nuestro territorio sí actúan y nos criminalizan”, explicó Rocío Moreno, una de las jóvenes coca más activas en la comunidad, quien en septiembre de 2011 fue detenida con engaños y por una denuncia que interpuso un hombre que trabaja para Guillermo Moreno. La acusó de robo calificado, pero salió libre porque no había elementos para acreditar el delito.
El problema inició como un asunto agrario, cuando Moreno Ibarra cercó nueve hectáreas de la zona boscosa de Mezcala, desde donde se tiene una vista al lago de Chapala. Ese año, la comunidad interpuso un juicio ante el Tribunal Unitario Agrario de Atotonilco para denunciar la invasión y este año el proceso entró en etapa de sentencia. Debido a que es probable que el empresario pierda (la tierra comunal no se puede privatizar y sólo pueden acceder a ella comuneros de Mezcala), los indígenas consideran que por ello se han incrementado las intimidaciones.
Las denuncias están respaldadas por 700 habitantes de este sitio ubicado en la Ribera de Chapala. Las autoridades argumentan que no intervienen porque es un problema interno de Mezcala, ya que algunos de los que trabajan para Moreno Ibarra son de la comunidad.
FRASE
“Estamos alarmados porque ya fuimos a todas las autoridades y nada. ¿A dónde más podemos ir para pedir seguridad?“
Rocío Moreno,
residente de Mezcala.
“Se supone que hay una campaña contra el crimen organizado y con estas personas no hacen nada, a pesar de que son civiles que usan armas de uso exclusivo del Ejército. Hay una falta de autoridad contra este empresario, en cambio a nosotros, por defender nuestro territorio sí actúan y nos criminalizan”, explicó Rocío Moreno, una de las jóvenes coca más activas en la comunidad, quien en septiembre de 2011 fue detenida con engaños y por una denuncia que interpuso un hombre que trabaja para Guillermo Moreno. La acusó de robo calificado, pero salió libre porque no había elementos para acreditar el delito.
El problema inició como un asunto agrario, cuando Moreno Ibarra cercó nueve hectáreas de la zona boscosa de Mezcala, desde donde se tiene una vista al lago de Chapala. Ese año, la comunidad interpuso un juicio ante el Tribunal Unitario Agrario de Atotonilco para denunciar la invasión y este año el proceso entró en etapa de sentencia. Debido a que es probable que el empresario pierda (la tierra comunal no se puede privatizar y sólo pueden acceder a ella comuneros de Mezcala), los indígenas consideran que por ello se han incrementado las intimidaciones.
Las denuncias están respaldadas por 700 habitantes de este sitio ubicado en la Ribera de Chapala. Las autoridades argumentan que no intervienen porque es un problema interno de Mezcala, ya que algunos de los que trabajan para Moreno Ibarra son de la comunidad.
FRASE
“Estamos alarmados porque ya fuimos a todas las autoridades y nada. ¿A dónde más podemos ir para pedir seguridad?“
Rocío Moreno,
residente de Mezcala.