MAURICIO FERRER / La Jornada Jalisco
Un área natural protegida es “letra muerta” para las autoridades de Jalisco, así sintetizó la percepción que el estado tiene de una declaratoria de tal tipo, el coordinador de la Red Insterdisciplinaria del Agua del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Salvador Peniche Camps.
“Área natural protegida”, el término ha salido a flote en las últimas semanas, después de que el ayuntamiento de Zapopan revelara las descargas residuales a cielo abierto, de la Villa Panamericana hacia el bosque La Primavera, en octubre pasado.
Para las autoridades, un “área natural protegida” no deviene en nada. Para el ciudadano, aun cuando desconozca qué quiere decir el concepto, signfica mucho para su salud y su vida cotidiana.
“¿Cuál es el significado de un área natural protegida? Poniendo el caso de la Villa Panamericana en El Bajío, significa mucho porque lo ocurrido signfica atentar contra una de las fuentes más importantes de abastecimiento de agua. Esa zona es importante porque sale el agua que va hacia la ciudad; empresas, cerveceras, ciudadanos son afectados; si se atenta contra la fuente de abastecimiento de agua, eso significa más dinero para presas y constructoras con tal de traer el agua de otros lados”, explicó el académico.
Eso fue precisamente lo que ocurrió en la Ciudad de México. Se fueron destruyendo las fuentes de agua para la metrópoli. Y los gobiernos optaron por llevar agua de otros lados. Mayor gasto, mayor depredación, según Peniche.
“Es una estrategia maquiavélica, macabra, la de darle en la torre al acuífero más importante de Guadalajara. Todo es un negocio; mientras más haya crisis de agua, más negocio va a haber para constructores de presas, de plantas de tratamiento, es una visión perversa, voraz”, agregó.
Peniche Camps consideró que en cuanto a política del agua, las autoridades locales han manipulado y manejado de manera discrecional la información y las investigaciones oficiales se hacen de manera sesgada para legitimar intereses gubernamentales.
“Basta con poner unidades de medición en lugares estratégicos para conocer otras cosas además de la simple información oficial. Nosotros no tenemos confianza en los resultados oficiales porque siempre hay intereses. Desde esa perspectiva, la autoridad debe garantizar imparcialidad y si no llaman a académicos de la UdeG, por lo menos de otras universidades, gente imparcial”, dijo.
Para Salvador Peniche, la descarga de las aguas negras de la Villa Panamericana hacia el área natural protegida del bosque La Primavera no es más que la falta de operatividad y la obsolescencia de las autoridades de todos los niveles de gobierno.
“El área de la Villa Panamericana ocupa una parte del área protegida de La Primavera, de la zona de amortiguamiento. Si es un area natural protegida, no entiende uno por qué hay construcciones, eso es ilegal y puede derivar en una expropiación de bienes y el encarcelamiento”, explicó.
La misma invasión en áreas naturales se ha dado en la cuenca del río Santiago, añadió el investigador del CUCEA.
“Donde iban a hacer Arcediano hay declaratoria de área natural protegida municipal. El problema es que es letra muerta y no se puede ni entrar a esa área natural protegida. Lo único que está protegido es la mierda porque no se puede ni respirar ahí”, dijo.
Desde 2003 la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp) posee los estudios para declarar área natural protegida a los ríos Santiago y Verde. Se trata de una superficie de 56 mil 782 hectáreas localizadas en los municipios de El Salto, Juanacatlán, Guadalajara, Tonalá, Zapotlanejo, Acatic, Tepatitlán de Morelos, Cuquío, Ixtlahuacán del Río y Zapopan.
El senador Ramiro Hernández, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por Jalisco, ha urgido a las autoridades para que den celeridad a la declaratoria.
De acuerdo con Peniche Camps, falta voluntad para que las autoridades cumplan con la declaratoria municipal para proteger parte de la cuenca del río Santiago.
“Nuestra cuenca está olvidada, ha sido usada como una cloaca, queremos convertirla en un orgullo, que sea el río Támesis o Sena de Jalisco y no una desgracia. Porque además, todo ello repercute incluso en lo económico. ¿Sabes cuánto cuesta en Londres un departamento a orillas del Támesis? Mucho dinero, porque basta con meter la caña y sacar un pez. El medio ambiente es un insumo para las ciudades”, concluyó.