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miércoles, 9 de noviembre de 2011

Derriban templo y escuela de El Tempisque; los habitantes auguran proyecto turístico en la zona


FOTO ARTURO CAMPOS CEDILLO

La comunidad de San Isidro teme que sus servicios básicos sean afectados por el monorrelleno de la CEA

JORGE COVARRUBIAS/La Jornada Jalisco

Lo último de valor que restaba al pueblo de El Tempisque, situado al fondo de la barranca del río Santiago, desapareció este domingo. Cuando José Casillas, representante de la comunidad indígena de San Francisco Ixcatán y otras personas hacían un recorrido el fin de semana en el sitio observaron montones de piedras y ladrillos regados en el suelo.

Los miembros de la familia Ruvalcaba le narraron que llegó maquinaria pesada de la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA) y derribaron el templo y el plantel educativo. Llevaron a guardias de seguridad, pues al parecer estaban temerosos de que la población se agitara con el derribo del templo, pero en El Tempisque ya no hay nadie. A finales del año pasado la gente comenzó a irse cuando la Comisión Estatal del Agua (CEA) amagó con correrlos a todos porque en ese sitio construirá un monorrelleno donde se depositarán los residuos de la planta de tratamiento de Agua Prieta.

Los Ruvalcaba y Victoriana María Navarro son los últimos habitantes de El Tempisque. En agosto de este año La Jornada Jalisco acudió a entrevistarlos (22 agosto 2011) para conocer los detalles del proyecto. Hacían las cuentas de la paupérrima indemnización que les dio el organismo para que abandonaran su hogar y se fueran a vivir a otro lado.

Casillas contó que la señora Victoriana enfermó, en tanto don Antonio, patriarca de la familia Ruvalcaba, decidió que irían a la comunidad de San Esteban donde al parecer compraron un predio e iniciaron la construcción de una finca nueva.

“Es cuestión de días que ya se van. Dijo que no tiene sentido (seguir viviendo allí), que ya sus raíces se las destruyeron, que para ellos tiene un enorme significado, que lo único que quedó de pie que era la iglesia y se las hayan tumbado así en un ejercicio de fuerza y de poder”, dijo.

Casillas precisó que despierta sospecha que tierras más abajo del punto donde la CEA ordenó el desalojo y derribo de viviendas, existan proyectos para crear un balneario y cabañas de descanso.

“Todo apunta que abajo van a hacer cabañas para descanso, está medio raro, medio perverso el asunto”, explicó.

Del proyecto del monorrelleno se sabe poco, dice Casillas. Apenas lo que ha publicado la prensa escrita. La comunidad de San Isidro ha mostrado interés en conocer el proyecto ejecutivo de la obra, pues prevén la intensificación de la demanda de servicios básicos y creen que los olores de la planta llegarán hasta su demarcación.