• Señalan que aportarían como pruebas fotos y un estudio de contaminación en el arroyo Milpillas
José Casillas, de Ixcatán, denuncia también al basurero de Picachos por verter sus desechos al arroyo. Foto: Arturo Campos Cedillo.
Alejandro Velazco/La Jornada Jalisco.- Un
estudio sobre los altos índices de contaminación y una serie de
fotografías de descargas de lixiviados en cuerpos de agua que llegan al
Arroyo Grande de Milpillas, son las pruebas que los habitantes de
Huaxtla están dispuestos a proporcionar para respaldar la denuncia penal
por parte del ayuntamiento de Zapopan, por la contaminación ocasionada
por el basurero privado de la empresa Hasar’s.
En el reporte de visita del 24 de
noviembre de 2012, por parte del investigador Gerardo Bernache del
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social
(CIESAS), se localizó la presencia de descargas intencionadas de aguas
residuales provenientes de la basura, conocidas como lixiviados, en la
parte posterior –al norte y noroeste– del relleno sanitario.
“No se esperan a la noche o la madrugada,
es una descarga pública”, indican pobladores de la zona, e incluso,
Saúl Castro Castro, dueño del ejido en que se localizaron las descargas,
ya había denunciado la problemática.
Al seguir el cauce de uno de los arroyos
que desemboca en el Arroyo Grande de Milpillas, el cual llega al Río
Santiago, se encontraron una docena de charcos de agua estancada con las
características de olor y color típicas de los lixiviados, relata
Bernache, quien estuvo acompañado de pequeños propietarios de la zona.
Se ubicaron
otros dos arroyos menores que alimentan el arroyo principal, continúa el
reporte, y en todos se observó la presencia de estos desechos,
aparentemente los charcos eran remanentes de descargas previas, sin
embargo, se puede deducir una descarga intencional de lixiviados
pendiente abajo por la ladera de Hasar’s, para llegar a un arroyo que
llega a una represa y de ahí seguir su cauce al Milpillas y
posteriormente al Santiago.
Según una prueba realizada en 2009 por el
laboratorio LAICA, cuando se obtuvieron muestras de los lixiviados
procedentes de unas celdas de confinamiento de residuos sólidos urbanos
de Hasar’s, se identificaron cinco contaminantes básicos fuera de los
límites permitidos por la Norma Oficial Mexicana (NOM) 001 para descarga
de aguas residuales.
Las cantidades de grasas, aceites,
sólidos sedimentables, sólidos suspendidos, nitrógeno, cianuros y cromo
rebasan el límite máximo permisible, lo cual ha acarreado consecuencias
en el ecosistema de la Barranca del Río Santiago y en la salud de sus
pobladores.
“Nosotros hemos venido notando las
afectaciones de unos cinco o seis años para acá, al principio como
éramos inocentes en la materia no nos dimos cuenta, si no, no hubiéramos
permitido que los basureros se instalaran ahí; conforme iba pasando el
tiempo fue cambiando el entorno y nos fuimos dando cuenta del daño, se
empezaron a morir los árboles frutales, los animales y ahí fue donde
despertamos”, relata Teódulo Orozco, habitante de Huaxtla, quien explica
que los pueblos de la Barranca (San Lorenzo, Milpillas, San Ixcatán,
Mesa de San Juan y La Soledad) se abastecen principalmente de agua del
Arroyo Grande de Milpillas.
Las afectaciones en la salud, añade,
también son visibles, pues han incrementado problemas
gastrointestinales, respiratorios y de la piel, entre otras, “los
vecinos de Milpillas dicen que ya no les alcanza para las medicinas”.
Otro problema, indica José Casillas, de
Ixcatán, es la operación en el basurero de Picachos, que también vierte
sus desechos al río Milpillas.
Desde la puesta en marcha de una planta
de tratamiento inaugurada por el ayuntamiento de Zapopan en el gobierno
de Héctor Vielma (2009-2012), se asegura que se tiene capacidad de
tratar de 20 a 40 mil litros diarios de lixiviados, “pero realmente no
la trata, el agua sale de una calidad que han plantado árboles y se han
secado, el agua no tiene calidad para soltarla al arroyo”, explica
Casillas.
Los problemas en Picachos, indica, son de
operación, pues en ocasiones, personal experto ha acudido a la planta
de tratamiento dando buenos resultados, sin embargo, diariamente hay
escurrimientos de las celdas de captación de lixiviados.
Desde el 2009 se comenzaron a documentar
las afectaciones de Hasar’s y del vertedero de Picachos, que es de
índole intermunicipal y está bajo la administración zapopana, sin
embargo, desde entonces no se ha concretado ninguna acción.
Las reuniones que se han dado entre los
pobladores, ayuntamiento, la Comisión Estatal del Agua (CEA),
investigadores y representantes de Hasar’s, no han llevado a resultados
efectivos, incluso, las obras sociales a las que se comprometió Vielma
(entre ellas, caminos, puentes y casas de salud en las comunidades) no
se han llevado a cabo (La Jornada Jalisco, 19 de junio de 2012)
La Procuraduría Estatal de Protección al
Ambiente (Proepa) ha sido acusada de omisión por parte de los pobladores
y del ayuntamiento de Zapopan, pues pese a la serie de quejas y el
envío de datos de contaminación por parte de Bernache, el titular de la
dependencia, Fernando Montes de Oca, no ha actuado al respecto.
“Fue una sorpresa conocer que el
ayuntamiento de Zapopan ha demandado penalmente a la empresa Hasar’s,
nosotros le veníamos cuestionando al ayuntamiento cuándo iba a actuar”,
enfatiza José Casillas, y recuerda que la problemática se le había
planteado a los ex alcaldes Juan Sánchez Aldama y Héctor Vielma,
“finalmente parece que no les quedó de otra”.