Elizabeth Rivera Avelar /Público
La Asamblea Regional de Afectados
Ambientales y la organización Pueblos de la Barranca del Río Santiago se
manifestaron escépticos en torno a las declaraciones del director de
ecología de Zapopan, Miguel Prado Aguilar, quien informó que la planta
de tratamiento de aguas residuales de Aguaprieta y el monorrelleno del
mismo proyecto, no cuentan con el permiso de visto bueno del
Ayuntamiento de Zapopan.
“El municipio está jugando con la
información, finalmente va a terminar dándoles el permiso por qué
permitieron que sacaran a la gente de los Tempizques, yo jamás encontré
un indicio, una evidencia que el gobierno municipal, por medio del
cabildo o de su presiente, haya dicho ‘nos vamos a oponer a que corran
de aquí, a que saquen de aquí a estas personas que son del municipio que
yo represento’, jamás lo vi”, declaró José Casillas Martínez,
integrante de las organizaciones civiles.
El activista
sostuvo que la postura que ahora está asumiendo el Ayuntamiento de
Zapopan en el caso de la planta de tratamiento y el proyecto conexo de
monorrelleno, es un asunto partidista.
“En el caso de los Tempizques y de la
planta de Aguaprieta es más bien un uso político de las fuerzas, ya que
el gobierno municipal representa un partido y el del estado a otro,
por qué antes el ayuntamiento no había dicho esta boca es mía”, señaló.
Recordó que debido al proyecto fueron
desplazadas de manera forzosa 30 familias del poblado El Tempizque, de
Zapopan, quienes fueron presionados por el gobierno del estado para que
salieran del lugar.
Anotó que las “familias de los ricos y
poderosos” que viven en Las Cañadas, antes Bosques de San Isidro, están
solicitando al gobierno de Jalisco que “las 800 toneladas” diarias de
lodo que produzca la planta se depositen en el basurero de Picachos que
administra Zapopan, lo cual, dijo, no lo van a permitir.
Los afectados por las obras piden
claridad pública a la Comisión Estatal del Agua (CEA) para que les dé a
conocer de manera integral en qué consiste el proyecto de la planta de
tratamiento, como su tamaño, inversión, el estudio de impacto ambiental
para determinar cómo afectará la obra a las colonias como La Coronilla,
Mesa Colorada, Ex Hacienda de Lazo, San Isidro y otras.