Andrés Martínez/Mural
Para permitir desahogar tóxicos
acumulados en la celda uno la empresa constructora rompió una tubería
por donde fluyen lixiviados
Vecinos de la zona de Zapopan cercana al
relleno sanitario de Picachos advirtieron que, además de que no se
encontrado la geomembrana de la celda uno —que permitirá unir a la celda
cuatro—, el sitio de disposición final tiene más fallas con el manejo
del escurrimiento de lixiviados.
Teódulo Orozco Reynoso, habitante de la zona, señaló que para
permitir desahogar los tóxicos acumulados en la celda uno —que está en
fase de abandono— la empresa constructora rompió una tubería por donde
fluyen lixiviados..
Al cabo de cuatro meses de verter el
líquido contaminado día y noche, aseguró, se ha formado una laguna en
una zona sin protección, por lo que hay riesgo de filtraciones al
subsuelo.
Además, señaló Orozco Reynoso, quien también es integrante de la
Asamblea Regional de Afectados Ambientales, en algunas partes del
relleno sanitario los lixiviados que se conducen hacia la recién
inaugurada planta de tratamiento, fluyen por canales con piso de tierra,
por lo que también hay filtraciones contaminantes.
Según se informó, la dirección de Obras Publicas de Zapopan se
comprometió a que en los próximas semanas instalarán la tubería que hace
falta.
MURAL publicó ayer que a pesar de que el
Ayuntamiento invirtió 22.3 millones de pesos en la construcción de la
celda cuatro, ésta no se había comenzado a utilizar, pues no se había
encontrado la geomembrana de la celda uno.
Ante esto, la Procuraduría Estatal del Protección al Ambiente informó que realizará hoy una visita de inspección al relleno.
En reiteradas ocasiones la dependencia estatal se ha pronunciado por
no sancionar a los rellenos sanitarios sino en facilitarles la solución a
su irregularidad, pues una clausura sólo los podría en mayores
aprietos.