Boaventura de Sousa Santos es un
activista y científico social portugués. Su trabajo en las chabolas y su
cercanía al Foro Social Mundial han marcado su pensamiento. Las
investigaciones de Santos van desde la epistemología, pasando por la
teoría social, la sociología del derecho, la poesía hasta la música. Es
también Coordinador de la obra colectiva de investigación “Reinventar la
Emancipación Social: Para nuevos Manifiestos”. En esta entrevista,
realizada en el CIDECI San Cristóbal de las Casas, Boaventura habla de
los procesos Emancipatorios en América Latina, la Epistemología del Sur,
Los fascismos sociales y el narcotráfico y su recién iniciación como
cantante de Rap, entre otras cosas más.
Christian Javier Castro: Se habla de una crisis de racionalidad, ¿Cómo pensar desde el Sur?
Boaventura de Sousa Santos: No es fácil,
porque el Sur fue colonizado por el Norte y por eso mucha de la
racionalidad y de los instrumentos de la racionalidad a través de los
cuales la modernidad occidental se impuso, y
que fueron básicamente dos, el Capitalismo y el Colonialismo,
penetraron profundamente en todo el Sur global, pero esta imposición no
fue una imposición sin lucha, fue una imposición con resistencias, hubo
espacios que se mantuvieron libres y que resistieron, culturas
ancestrales muy fuertes, algunas se adaptaron, otras que lograron
defenderse de una manera más fuerte, otras de manera más débil y en este
momento esto se nota con los Movimientos Sociales que hay en el Sur
global; que para mi no es un Sur geográfico, es un Sur metafórico o
retorico, en la medida que es una metáfora del conjunto de los pueblos
que han sufrido sistemáticamente con el Colonialismo y el Capitalismo, o
sea, hay un Sur en el Norte, como el vídeo que acabamos de ver de la
Otra Campaña en Nueva York, que es un Sur en Nueva York.
Entonces, las campañas de los Movimientos
de resistencias de estos pueblos, que durante mucho tiempo, sobre todo
los Movimientos de Liberación Nacional, fueron muy dependientes de la
cultura y de la modernidad occidental, específicamente el caso del
Marxismo por ejemplo. Más tarde vemos asistir a muchos otros movimientos
que van a rescatar otras formas de pensar, otras formas de imaginar el
mundo, otras cosmogonías, otras cosmovisiones que estaban suprimidas,
que estaban silenciadas y que en mi Epistemología se pueden simplemente
rescatar a través de lo que llamo una Sociología de las Ausencias porque
se han quedado invisibles.
Por eso hay un proceso de rescate, que es
un proceso difícil y que pasa, por un lado, de perder la idea de que la
Modernidad Occidental es la única forma de racionalidad; En segundo
lugar, que la racionalidad occidental es homogénea. La racionalidad
occidental, por el Capitalismo y el Colonialismo, sacrificó mucho de su
diversidad de la gran riqueza de autores que nunca podrían ser útiles
para la Conquista, que nunca podrían ser útiles para la miseración
evangélica de la iglesia católica porque eran hombres y mujeres que
dudaban de todas las certezas de la modernidad occidental, entonces hubo
ahí un desperdicio de experiencia de la modernidad occidental por
servir al Colonialismo y al Capitalismo.
Por lo que, en primer lugar, debemos
perder la confianza en el monopolio de rigor y de racionalidad, que es
la modernidad occidental; en un segundo momento ver que hay otras
modernidades occidentales reprimidas y finalmente saber que hay otras
formas de pensar modernas que no son occidentales y que vienen de
pensamientos ancestrales, que son hoy contemporáneas y por eso son
modernas en ese sentido; pero son contemporáneas de una manera distinta,
tiene otras palabras, tiene otros conceptos, tiene otras maneras de
afirmar la dignidad de las personas, de aspirar a una sociedad mejor.
Acabamos de ver, lo que es muy normal en mi trabajo de campo, cuando
alguien dice “vamos a refundar el socialismo”, y el traductor en Tzotzil
pregunta “¿cómo traducimos socialismo en nuestra lengua?, o sea, no
existe”, pero no significa que los indígenas no tienen palabras para
significar su lucha por una sociedad mejor, claro que tienen, tiene
otras palabras, pero no la palabra socialismo.
Entonces esta es la diversidad ecológica y
epistemológica del mundo, es lo que ha demostrado que la comprensión
del mundo es mucho más amplia que la comprensión occidental del mundo y
esto se encuentra siempre en todos estos encuentros, en toda esta
realidad y por eso no es fácil porque el Sur fue Colonizado.
El primer movimiento para afirmar el Sur,
fue para afirmar el Norte, fue para, de alguna manera, sufrir el
contagio del Norte y decir “estas son las mismas ideas del capitalismo,
de la competencia, del individualismo pero ahora son nuestras y las
adoptamos”, y se reproduce un poco la cultura occidental. Yo pienso que,
a lo mejor, hay otro momento, otro nivel , digamos, de afirmación de
las epistemologías del Sur que es exactamente donde están otras maneras
de entender el mundo, de entender la gente, lo que es la ontología, lo
que es el ser humano, cómo se conforma, cómo vive, cuál es la
importancia de la vida cotidiana, cómo se reduce al concreto de la vida,
todo eso es un proyecto epistemológico que estamos impulsando de varias
formas y que sigue adelante, claro, pero no puede seguir adelante como
una idea de un epistemólogo o un científico social, ella sigue porque
hay movimientos sociales que cada vez son más, los movimientos indígenas
aquí son muy importantes y reclaman esa otra epistemología.
CJC: Habla de ampliar el presente y contraer el futuro, ¿cómo hacer el papel de la traducción?
BSS: Mira, la traducción de esto y de que
hay diferentes lenguajes y diferentes semánticas para definir quién es
un agente colectivo, cuál es una palabra emancipatoria, cuál es una
estrategia de luchar por una sociedad mejor, los diferentes movimientos y
los diferentes grupos sociales tiene diferentes lenguas hasta ahora en
cuanto dominó totalmente, y quizás sigue dominando, la modernidad
occidental, la idea es que toda esta diversidad no cuenta, estas maneras
distintas de ver, de imaginar y de traducir son maneras locales son
vernáculas, por eso se invento la palabra vernacular. Hay una teoría general que de alguna manera engloba todo y por eso estas particulares no cuentan, son accidentadas.
Nosotros pensamos así porque sostenemos
que esta homogenización destruye la diversidad, asimila y absorbe, fue
toda la política del indigenismo, por ejemplo, en México y en otros
países en donde las especificidades de los indígenas no cuentan, ni sus
culturas y ni su cosmovisiones. En contra de esta teoría general de
asimilación, nosotros proponemos una traducción interpolítica e
intercultural. No es una traducción lingüística en la que hay un
referente, una lengua base y otra lengua en el que los flujos son
siempre unilaterales de la lengua digamos referente a una lengua que se
llama lengua blanca y que queremos traducir en la nuestra; es una forma
de absorción, una traducción reciproca que los diferentes movimientos, y
siempre dentro de los movimientos sociales, se traducen a sí mismo, el
porqué considero que esto es más importante que esto, por qué yo
considero que una lucha gay no tiene la misma importancia que una lucha
indígena o por qué esto… vamos a discutir, traducir importancias,
traducir prioridades y este traducir es un dialogo entre diferentes
términos, por ejemplo, puedo traducir socialismo e indignidad y
viceversa, ahí está un caso en el que no necesitas buscar e inventar lo
igual literal de socialismo en otra lengua, si la lengua tiene su manera
propia de afirmar dignidad, ¿por qué no?
CJC: Desde su crítica de la razón indolente, ¿cómo articular una nueva cultura política emancipatoria?
BSS: Esta nueva cultura realmente tiene
que destruir y, de alguna manera, sobrepasar esta cultura indolente que
es muy fuerte porque es la que está institucionalizada en las escuelas,
en la educación, en las universidades, en los tratados y en la historia
que, de hecho, fue una historia escrita por los vencedores y no escrita
por los vencidos, entonces esa razón indolente es una razón que no deja
que florezca la Sociología de las Ausencias ni tampoco la Sociología de
las Emergencias. Valorar, por ejemplo, esta Universidad, se puede decir
“no tiene valor ninguno, es una pequeña cosa, que va a morir rápido, que
no tiene importancia” y esto es negar la emergencia y la Sociología de
la Emergencia, al contrario, es dar el valor a esto. Ampliar el valor
simbólico de estas experiencias y esta lucha en contra de la razón
indolente es lo que puede ser uno de los elementos de una lucha
emancipatoria nueva.
CJC: Usted propone una Democracia
radical o de alta intensidad, ¿cómo observa las comunidades autónomas y
sus experiencias con respecto a esto?
BSS: Mira, las comunidades autónomas
tiene sus formas democráticas de organización que no se parecen de
ninguna manera a las de las Democracias Liberales, por ejemplo en este
momento la constitución de Bolivia establece que hay tres formas de
Democracia: la Democracia representativa, la participativa y la
comunitaria, las dos primeras son eurocéntricas, la tercera es la
indígena y por eso hay formas de producción por consenso, asamblearia,
por rotación, mandando obedeciendo y que son formas democráticas de las
comunidades, esto no quiere decir que sea todo un paraíso y que todo
ocurra bien, que no haya caciquismo, corrupción, discriminación hacia
las mujeres, hay un movimiento de mujeres indígenas que lucha por su
complementariedad y que en quechua es Chacha-Warmi, la idea de que hay
una complementariedad, no necesariamente una igualdad eurocéntrica,
entonces hay aquí todo un esfuerzo para democratizar la democracia
indígena; y que también se necesita porque hay muchos procesos que, a
través de intervenciones externas de luchas por la tierra y de mineras,
dividen los pueblos y al dividirlos destruyen sus estructuras
democráticas. Nosotros que trabajamos con los Movimientos indígenas no
tenemos una visión romántica, no la podemos tener porque los indígenas
no la tienen y luchan internamente por más Democracia.
CJC: ¿Cómo vislumbra los procesos emancipatorios en América Latina?
BSS: Son muy diversos, yo pienso que
América Latina es el continente del mundo donde podemos hablar de
procesos emancipatorios ya que fue muy importante lo que paso con el
zapatismo en 1994 y después con el Foro Social Mundial, y todo eso
decantó un proceso de emancipación y de lucha de resistencia contra el
ALCA, un elemento muy importante que, después de la elección de
presidentes progresistas desde Lula, que lo considero a pesar de todos
los límites, Evo Morales, Rafael Correa, Chaves, Lugo en Paraguay, José
Mujica en Uruguay y Ollanta Humala que lamentablemente se está desviando
de lo que propuso, pero hubo realmente un cambio en el sentido de
intentar democratizar el Estado y la sociedad civil sobretodo en las
propuestas de Ecuador y Bolivia donde las constituciones afirman que los
Estados son plurinacionales. Entonces hay una lucha ahí que está en
crisis en este momento porque el capitalismo de despojo, el capitalismo
neoliberal, de la minería y del extractivismo están de una manera más
salvaje que antes y están impactando los Movimientos Indígenas y los
territorios, está destruyendo mucho por lo que luchamos en la primera
década del milenio.
CJC: En el sentido del capitalismo salvaje, ¿cómo observa los Fascismos Sociales en América Latina?
BSS: Mira, los fascismos sociales se
están reproduciendo en todas las formas. Lo que llamamos la acumulación
primitiva originaría, que para Marx era una fase del Capitalismo, es
para nosotros, después de Rosa Luxemburgo, Ernest Mandel, David Harvey y
otros, un componente permanente o acumulación por despojo que opera
aquí como opera en Europa. Por ejemplo, cuando se reducen los salarios
que fueron contratados a través de un Contrato Social y se retiran para
rescatar bancos, esto es despojo; cuando a un señor jubilado se le
retira parte de su pensión, eso es un despojo. Estas formas de despojo
están surgiendo por la violencia, la lucha contra el narcotráfico, por
ejemplo, es una forma de acumulación de destrucción que pasa por una
acumulación por despojo, acumulación por la violencia, destruyendo y
desplazando a las personas, etc. Por eso hay mucho paramilitarismo en el
continente; si hay luchas emancipatorias fuertes hay, por otro lado,
mucho palamitarismo y hay, por supuesto, criminalización de la protesta
que es lo que esta pasando con las leyes antiterroristas, con la lucha
contra el narcotráfico y con centenares de líderes indígenas que están
enjuiciados como terroristas.
CJC: Están las luchas
estudiantiles en Latinoamérica y los indignados tanto en Europa como en
los países de Medio Oriente, ¿cuál es el papel de las Universidades y de
las juventudes actualmente?
BSS: Son dos cosas, la juventud tiene un
papel muy importante, todos los periodos históricos dicen que la
juventud no va a volver a movilizarse y después se moviliza, fue así en
1968 y en 1970 y es así ahora. También, durante mucho tiempo se pensaba
que eso no era posible. Los jóvenes son los que están en una situación
que llamo de pre-contractualismo, son gente que hizo todo bien, fueron
estudiantes, trabajaron, lucharon por sus cursos, algunos se endeudaron y
tienen sus créditos ahora, sus maestrías, sus doctorados, hicieron todo
lo que la sociedad les pedía para ingresar en el Contrato Social y
cuando terminan no hay contrato social, no hay empleo, no hay
perspectiva, no hay futuro, entonces estos jóvenes son bloqueados
socialmente y están en una fase de pre-contractualismo, no entran en el
Contrato Social y por eso no son verdaderamente ciudadanos, son
súbditos, digamos, y por ello se movilizan en contra de eso.
Las Universidades han sido siempre una
organización y una institución muy contradictoria y por eso muchos de
los movimientos sociales nacieron de Universidades. Los movimientos
estudiantiles nacieron de muchas Universidades y de formas de luchas
aquí en este continente desde 1917, con la reforma de Córdoba hubo una
gran renovación de la Universidad, pienso que eso sigue siendo pero es
más difícil todavía hoy porque el neoliberalismo entró en las
Universidades y también intentó transformarlas en empresas, en oficinas
de fabricas, los estudiantes pasaron de ciudadanos a consumidores y eso
creó una idea de atomismo que perjudica la posibilidad de movilización
en las Universidades. Por otro lado, todo el conocimiento que se
promueve hoy en las Universidades es conocimiento con valor de mercado,
hay conocimiento precioso: las humanidades, las artes, las ciencias
sociales y que se quedan en la peor de las marginalizaciones, entonces
lo que esta pasando, a pesar de esto, es que los estudiantes se revelan y
el mejor ejemplo es Chile, porque Chile fue donde el proceso de
neoliberalización de la Universidad llegó más lejos, es donde intentaron
realmente transformar definitivamente la Universidad en una empresa y
ahí sí los estudiantes están echados.
CJC: Usted hace poesía, háblenos un poco sobre esa arista en su vida.
BSS: ¿De qué? ¿De la poesía? (Risas)
Mira, yo he sido desde siempre poeta y he escrito bastantes libros que
están publicados en portugués y algunos están en español y te digo, te
doy así de primera mano una sorpresa, es que además soy rapper, yo escribo música deRap y acabo de escribir un libro que está siendo musicalizado por los artistas rappers de
las favelas, de las chabolas de Ribera del Sur y va a salir ahora, ya
oí dos minutos de la grabación. Este movimiento va a hacer un show con
mi Rap que se llama Rape Global y va a ser el 25 de
Enero en Porto Alegre, pero no esta todavía en español porque no hay
nadie que me lo traduzca y, como soy un apreciado científico social,
nadie imagina que también puedo escribir rap (risas) y por eso
es siempre más difícil esa otra identidad sobre mí, por eso, lo que digo
es que, con el rap y la poesía, y sobretodo ahora con el rap, digo en
contra de la modernidad occidental cosas que no puedo decir en mis
textos de Ciencias Sociales, que no puedo escribir en las Epistemologías
del Sur, son otras dimensiones.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.