Señor Emilio González Márquez
Gobernador Constitucional del Estado de Jalisco
Señores presidentes municipales de la zona metropolitana de Guadalajara:
Guadalajara, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz
Zapopan, Héctor Vielma Ordoñez
Tlaquepaque, Miguel Castro Reynoso
Tonalá, Juan Antonio Mateos Nuño
Tlajomulco, Enrique Alfaro Ramírez
El Salto, Gerardo González Díaz
Señor Delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente
Presentes:
1.- Los motivos que nos impulsan
Con todo respeto, quienes nos dirigimos a ustedes, les expresamos que no somos ambientalistas, tampoco nos consideramos ecologistas, somos únicamente pueblos campesinos que hemos decidido organizarnos y resistir las afrentas de que somos objeto en nuestros territorios, ríos, arroyos, manantiales, bosques, pastizales, cultivos de frutales, hortalizas y granos básicos, animales del campo y domésticos, sitios arqueológicos, cultura y formas tradicionales de organización.
Somos sujetos en resistencia frente a quienes invaden, saquean y envenenan nuestros suelo, aire, agua y entorno general con lixiviados de basura, desechos industriales, agrícolas y pecuarios, con aguas residuales de los fraccionamientos, que en lugar de sembrar maíz sepultan concreto en las fértiles tierras del valle y el bosque; somos víctimas de aquellos que envenenan y matan las cuencas del río Blanco, Agua Prieta, Agua Zarca-Los Camachos, El Taray-La Soledad y el arroyo Grande de Milpillas afluentes del río Santiago hoy en coma; somos rehenes de quienes compran barata la tierra para luego especular con ella, olvidando la producción de alimentos y oxígeno, la recarga de las corrientes superficiales de agua y ríos subterráneos que nos dan alimento, oxígeno, recreación y vida.
No queremos experimentar en carne propia, el desplazamiento forzoso, como ya le ocurrió al pueblo de El Tempisque (comunidad indígena de Mezquitán), porque en sus inmediaciones depositarán lodos tóxicos que producirá la macroplanta de tratamiento de aguas negras, proyecto de la metrópoli que ustedes gobiernan.
Los proyectos disfrazados de “desarrollo y modernidad”, impactan nuestros pueblos, a las familias y las personas en lo individual. Los malos resultados, nos dicen que quienes planean, autorizan, programan ejecutan y controlan el futuro de la zona metropolitana de Guadalajara, no tienen ningún aprecio por esta Casa que es de todos, por nuestra Madre Tierra y que atrás de cada fraccionamiento de alta o baja densidad que autorizan, de cada pozo profundo que perforan y equipen, de cada bosque que incendien o talen, de cada tonelada de desechos domésticos y peligrosos que depositen casi encima de nuestras cabezas, está el negocio económico y político: la privatización de la tierra, del agua y el bosque y no, el “servicio a los ciudadanos” que tanto se presume.
Si defendemos el territorio de nuestros ejidos, comunidades indígenas y pequeñas propiedades, preservamos identidades, vida, historia, conocimientos, riquezas naturales y culturales y ante todo la esperanza de que siga habitable la Casa de Todos, sin ella no habrá derechos que defender, alimentos que degustar, ni libros, ni chozas, ni lenguas, ni pueblos, niños y caminos, pictografías y petroglifos, ni mujeres, ni mares, ni hombres, nada, sólo muerte y desolación.
2.- Quiénes somos y qué aportamos
Los pueblos de Exhacienda del Lazo, San Isidro, San Esteban, San Miguel Tateposco, Copala, Mesón de Copala, Los Patios de Copala, Río Blanco, Los Camachos, San José, Paso de Guadalupe, Ixcatán, La Soledad, Huaxtla, San Lorenzo, Milpillas, El Escalón y San Cristóbal de la Barranca, que se ubican al norte de la zona metropolitana de Guadalajara en la depresión milenaria denominada barranca del río Santiago y parte de la Sierra Madre Occidental, surgieron la mayoría antes que la zona metropolitana de Guadalajara.
Esta región frágil ambiental y socialmente, es una zona natural protegida por decisión del gobierno.
Ustedes lo saben, la rica diversidad de especies animales y vegetales; los senderos, montañas, acantilados, balnearios, cañones y sitios arqueológicos que existen en la barranca del río Santiago, son una opción cultural, de esparcimiento y equilibrio ecológico para la urbe y los citadinos que gobiernan.
En estos momentos y a pesar de las políticas públicas de los gobiernos en turno, los recursos naturales de la barranca del río Santiago son muy importantes, porque aquí viven 53 especies de mamíferos, lo cual representa el 31 por ciento de las 168 especies que hay en todo el estado. Este número supera ampliamente las 29 especies registradas en el bosque de La Primavera, y sólo está por debajo de la Reserva de la Biósfera de Chamela-Cuixmala y de la sierra de Manantlán, con 70 y 110 especies, respectivamente.
De las especies de mamíferos registradas hay siete endémicas, que no se encuentran en ninguna otra parte del país, entre las que destacan dos géneros (hodomys y tlacuatzin), además de otras cuatro especies que tienen la categoría de protegidas por la Ley: dos felinos (herpailurus yagouaroundi y leopardus pardais), y dos de los murciélagos (leptonycteris y choeroncycteris mexicana).
Hay además nueve especies de anfibios y 34 de reptiles. De los anfibios, una está amenazada y las nueve cuentan con estatus de protección especial; de los reptiles, tres están amenazadas y dos en peligro de extinción.
En cuanto a la flora, existen registros de 869 especies, de las cuales 47 tienen una importancia especial debido a que son endémicas, únicas para este sitio. Seis cuentan con protección, dos se consideran en peligro de extinción, dos están amenazadas, una está sujeta a protección especial y otra más, tiene estatus de rara.
Con relación a la entomofauna, las especies de insectos existentes en la región, se han registrado más de 200, lo cual contribuye a la gran diversidad biológica de esa región en la que vivimos y resistimos.
Además nuestros pueblos producen alimentos para los habitantes de la región: nopal verdulero, tuna, calabaza, chayote, chile, cilantro, limón, lima, naranja lima, aguacate, cocuixtle rojo y blanco, café, plátano, mango barranqueño, seis variedades de ciruela, guamúchil, guaje verde y rojo, anona, zapote negro y blanco, forrajes, maíz y frijol, plantas medicinales, gualacamote, quelite, verdolaga y jápites, carne de res, carne de cerdo, aves de corral, huevo de rancho y más.
Contamos con médicos tradicionales, parteras, yerberos, sobaderos, hueseros y rezanderas; artesanos de la costura, tejido, hoja de maíz, madera y otate; compositores, músicos y grupos musicales de tambora antigua, chirimía, norteño, mariachi y banda de viento; danzas de tastuanes, flecheros y de conquista; pastorelas y fiestas tradicionales; competentes obreros de la construcción y algunos profesionistas formados en las escuelas normales, institutos y universidades públicas.
En el marco de los XVI Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 ¿Qué nos regresa en gran medida la ciudad que ustedes gobiernan? Silencio e indiferencia; heces fecales, desperdicios domésticos e industriales y jugos de la basura. Y cuando tenemos su palabra, no cumplen.
3.- Para seguir existiendo
Un sector comprometido de periodistas, científicos, académicos y afectados hemos manifestado ante las autoridades municipales, estatal y federal y, ante la opinión pública, el desastre social, cultural y ambiental provocado a los pueblos de la barranca del río Santiago, pero hasta el momento, el ecocidio sigue, las acciones de remediación son casi inexistentes y los daños ambientales, económicos y sanitarios a nuestros pueblos son una deuda que debe saldarse.
Por lo anterior y conforme al artículo 180 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente pedimos la intervención de las autoridades federales, estatales y municipales competentes, de las universidades, institutos y centros académicos y de investigación para que se avoquen a la solución del siguiente pliego petitorio.
I.- Que se pare de inmediato la contaminación y destrucción de las siguientes cuencas y subcuencas afluentes del río Santiago:
a) Río Blanco-Cola de Caballo, afectados por la perforación de pozos profundos, fraccionamientos, desechos industriales, domiciliarios y granjas que afectan los pueblos de Río Blanco, San Esteban, Tateposco, San Isidro y Hacienda del Lazo.
b) Agua Prieta, los fraccionamientos en su parte poniente, granjas y pozos profundos afectan a los pueblos de Copala, San Esteban y Tateposco.
c) Agua Zarca-Los Camachos, todos los fraccionamientos de alta densidad construidos y los que están en proyecto para unos 80 mil habitantes, perforación de pozos profundos y desechos de granjas que dañan la vida de los pueblos de Los Patios, Tateposco, San Esteban, Los Camachos y Paso de Guadalupe.
d) Agua Fría-Ixcatán, perforación de pozos profundos en el valle de Tesistán e incendios del bosque que amenazan y afectan a la comunidad indígena San Francisco de Ixcatán.
e) El Taray-La Soledad, afectados por fraccionamientos del valle de Tesistán, perforación de pozos profundos, lixiviados del basurero de Copalita que impactan negativamente en los pueblos de Nuevo San Martín, La Soledad y el Ejido de Ixcatán.
f) Milpillas-Huaxtla, fuertemente amenazada por lixiviados de la basura de Picachos, Hasar´s y el Taray, así como por dos granjas de cerdos que afectan los pueblos de Milpillas, San Lorenzo y Huaxtla.
g) Río Santiago, que recibe todo lo anterior y que afecta a todos los pueblos que están en sus inmediaciones, entre los pueblos más afectados figuran: Hacienda del Lazo, Paso de Guadalupe, Ixcatán, La Soledad, Huaxtla, San Lorenzo y San Cristóbal de la Barranca.
II.- Que fundado en los avances de la ciencia y la tecnología menos dañina para la humanidad y el entorno natural, se controlen los contaminantes vertidos a las cuencas ya mencionadas, se estudien y traten los suelos, bosques y aguas con cargo a los dueños de los fraccionamientos, gobiernos de los tres órdenes y empresas, usando el principio de “quien contamina paga”.
III.- Que se paguen a los pueblos ya mencionados, los daños ambientales presentes y futuros ocasionados por la creación de fraccionamientos, operación de basureros municipales y privados, perforación de pozos profundos, destrucción de bosques y contaminación de aguas superficiales y profundas utilizadas históricamente por nuestros pueblos.
Atentamente
Zapopan, Jalisco 12 de septiembre de 2011.
“Tierra y Libertad”
Comisariados de Bienes Comunales: Comunidad Indígena San Francisco de Ixcatlán; Comunidad Indígena de San Esteban; Comunidad Indígena de Mezquitán. Comisariados Ejidales: Ejido San Francisco de Ixcatán; Ejido Los Camachos; Ejido de San Esteban; Ejido Mesón de Copala; Ejido Copala; Ejido Hacienda del Lazo; Ejido Mesa de San Juan; Ejido Tesistán; Ejido Cofradía; Ejido Santa Lucía; Ejido Lázaro Cárdenas; Ejido San Juan de Ocotán; Ejido La Primavera; Ejido El Colli; Ejido Santa Ana Tepetitlán; Ejido Mesón de Copala-Los Patios; Ejido Los Belenes; Ejido Nuevo San Martín; Ejido Copalita; Ejido Nuevo Milpillas; Ejido Milpillas Mesa de San Juan Bautista; Ejido Nextipac. Pequeños propietarios: Huaxtla, Milpillas, San Lorenzo, Ixcatán y La Soledad. Unión de Ejidos y Comunidades de Producción Rural R. I. Zapopan; Comité Municipal Agrario de Zapopan; Ejidatarios de Monte del Favor, Hostotipaquillo. Sociedad Cooperativa “Balneario Huaxtla” S. C. de R I.; Balneario Hacienda San José; Agrupación un Salto de Vida A. C.