AGUSTÍN DEL CASTILLO/Milenio
Los ambientalistas aseguran que los biosólidos no podrán depositarse
en la reserva ecológica del río Santiago, donde se pretende hacer la
planta de tratamiento de aguas.
Por segunda ocasión consecutiva le ha
sido negada a la Comisión Estatal del Agua (CEA) la autorización de
cambio de uso de suelo forestal y de impacto ambiental, por parte de la
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para
establecer al interior del
área de protección hidrológica municipal Barranca del Río Santiago, el
monorrelleno de la planta de tratamiento de aguas negras de Aguaprieta.
De este modo, se le pone un importante escollo al proyecto de saneamiento, que se pretende poner en marcha durante mayo de 2013, y que tratará casi 80 por ciento de las aguas residuales municipales de la zona conurbada de Guadalajara.
En una
resolución, dictada por la Dirección General de Gestión Forestal y de
Suelos de la Semarnat, el pasado 30 de agosto, se determinó dar el peso a
las opiniones en contra vertidas por el Ayuntamiento de Zapopan, por el
Consejo Estatal Forestal y de Suelos, por la Comisión Nacional para
Conocimiento y Uso de la Biodiversidad y por la Dirección General de
Vida Silvestre de la propia Semarnat, quienes argumentaron que este
cambio se pretende realizar dentro del polígono de protección, y puede
alterar de forma significativa el estado de la flora y fauna silvestres,
pues se trata de un corredor biológico importante para la región, pero
además, ante la falta de información por parte de la CEA de diversas
dudas sobre el manejo de esos problemas.
El monorrelleno es un depósito de
desechos sólidos que se derivan del tratamiento de las aguas negras;
mientras la autoridad afirma que son inertes e incluso pueden ser
excelentes mejoradores de suelo, a los ambientalistas les parece que no
es claro si contienen o no elementos contaminantes de los procesos
industriales de la ciudad, por lo que se deben revisar con cautela esas
posibilidades.
Pero la Semarnat no entró en el tema;
determinó “negar la autorización en materia de cambio de uso de suelo
forestal y de impacto ambiental para una superficie de siete hectáreas y
media […] debido a que no dio cumplimiento a los preceptos normativos
de excepción establecidos en el artículo 117 de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, además de que contraviene el artículo 35 párrafo cuarto, fracción III inciso a de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente,
al no dar cumplimiento al decreto y plan de manejo del área natural
protegida Barranca del Río Santiago, publicados en el periódico oficial
El Estado de Jalisco, el 7 de octubre de 2004, así como el Programa de
Ordenamiento Ecológico Territorial del municipio de Zapopan, publicado
en la gaceta municipal el día 23 de mayo de 2011”.
La Dirección General de Política
Ambiental e Integración Regional y Sectorial de la Semarnat, hizo un
análisis de las incompatibilidades en el tema del uso del suelo: Según
el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de Jalisco, la zona
corresponde a la unidad de gestión ambiental Ff3111, “en esta unidad se
tienen como uso predominante la flora y fauna, pero no incluye los usos
forestal e infraestructura como parte de su estrategia ambiental”, si
bien, no prohíbe el cambio de uso de suelo.
La situación se cierra más en el
ordenamiento municipal (POEL), donde en esa zona (UGA VII_06_BTCS_P) se
establecen “como uno de los usos incompatibles el de servicios”, y como
ese es el destino que busca la CEA, está considerado como incompatible,
ya que las acciones para esa unidad “se encaminan hacia actividades de
reforestación y restauración de suelos, más que a una remoción de
cobertura vegetal” (sic), dice el resolutivo en su página doce. Esto
lleva a que la solicitud de la CEA sea considerada “no congruente”.
Zapopan señala por medio de su Dirección
General de Ecología y Fomento Agropecuario que tampoco hay margen en
términos de la zona protegida, pues “la zona del Tempisque, predio
propuesto para desarrollar el monorrelleno, está dentro de la
zonificación de protección [correspondiente a la] sub zona La Estancia –
El Tempisque y El Lazo – Los Otates, áreas que presentan las mayores
amenazas para su protección debido a la fuerte demanda de terrenos para
el desarrollo. Estas áreas presentan sitios bien conservados de bosque
tropical caducifolio, así como un amplio mosaico de otros usos como
agricultura, pastizales y vegetación secundaria”.
¿Qué es lo que sigue? Raquel Gutiérrez
Nájera, presidente del Instituto de Derecho Ambiental (Idea), y una de
las promotoras esenciales de la oposición al monorrelleno, destaca que
la dictaminación es tan contundente que a la CEA sólo le queda impugnar
mediante un juicio administrativo.
“Qué es lo que pasa, que es la segunda
vez que se los niegan […] para que el monorrelleno se pudiera poner en
Los Tempisques (sic), en la barranca, primero se necesita iniciar los
procedimientos administrativos para modificar la declaratoria de
protección de la zona, y los ordenamientos ecológicos estatal y local, o
sea, no es nada fácil”.
A su juicio, la CEA tiene la opción de
adquirir terrenos fuera de Zapopan y darles ese uso, o bien, contratar
una empresa que mueva los residuos, “pero esto difícilmente lo podrán
hacer aquí”, destacó.
Datos
Proyecto cuestionado
- Según la CEA, los biosólidos de la
planta de tratamiento de Aguaprieta son “un proyecto ambientalmente muy
positivo”, porque el biosólido es básicamente un mejorador de suelos,
pero es necesario advertir que la zonificación del área protegida en ese
sitio es con uso de aprovechamiento, y si bien, se desmontarán 7.5
hectáreas, al final del proceso se tendrá arbolado en 20 hectáreas.
- Son alrededor de 170 toneladas diarias
de ese material que se depositarán como fruto de la operación de una de
las plantas de saneamientos mayores de América Latina. La
experimentación con este mejorador de suelos abre la posibilidad de que
se venda en el mercado regional —donde abundan superficies agrícolas
agotadas por el uso de agroquímicos—, lo que derivará en que buena parte
de la sustancia sólo vaya de paso por el área.
- El gobierno del estado compró 80
hectáreas que conforman seis polígonos, ya está completamente pagada a
la Comunidad Indígena de Mezquitán, “ya se movieron de forma voluntaria,
con las indemnizaciones correspondientes, los habitantes del pueblito
que allí se encontraba, Tempisques, y el predio está listo para ser
usado, en apenas 20 hectáreas, para el proyecto del monorrelleno”, según
información de la gerencia jurídica de la CEA.
- La CEA asegura que no hay violaciones
al área protegida: “La totalidad de la zona está dentro de lo que se
conoce como área de aprovechamiento, no de conservación o restauración,
donde sí te permiten hacer proyectos de infraestructura; previamente se
adquirió la autorización de la Semades [Secretaría de Medio Ambiente
estatal] para impacto ambiental, y para las 7.5 hectáreas forestales se
está tramitando un cambio de uso de suelo forestal, ante la Semarnat
[Secretaría de Medio Ambiente federal]”, añade la dependencia.
- Así, justifica, “para la construcción y
operación del monorrelleno se tiene la aprobación de impacto ambiental
por parte del estado, que es el competente, y con la federación lo que
les compete es el cambio de uso de suelo de las zonas forestales,
después del estudio que se realizó”.
- Según el organismo, se ha demostrado
que el biosólido no es contaminante. 20 ha serán utilizadas para la
instalación del monorrelleno de la planta en Tempisques; 18 años de
operación, es el periodo útil del proyecto de saneamiento de aguas.
La CEA ya se inconformó
La Comisión Estatal del Agua (CEA) del
gobierno de Jalisco, ha interpuesto un recurso de revisión para que se
consideren elementos que según el organismo, no fueron tomados en cuenta
para elaborar el resolutivo firmado el pasado 30 de agosto.
“Conforme con el artículo 117 de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, y el 35 de laLey General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente,
se entregaron respuestas a las dudas de la autoridad de forma que
consideramos adecuada, y con base en eso, el pasado 20 de septiembre se
interpuso el recurso de revisión, donde se argumenta que las dudas de la
autoridad están debidamente solventadas”, afirmó ayer la vocera de la
CEA, Jéssica González Alcalá.
Precisó que la superficie completa del
monorrelleno es de 19.2 hectáreas, pero sólo se solicitó cambio de uso
de suelo en 7.5 ha, porque 11.2 ha más tienen ya el uso agrícola y
serían compatibles con el uso del monorrelleno.
El monorrelleno de la planta de
tratamiento de Aguaprieta, en la barranca del río Santiago, se encuentra
dentro del área de protección hidrológica municipal que está vigente en
la ladera poniente de la cuenca, “pero la zonificación lo permite y
además, no contendrá materiales tóxicos o nocivos”, dijo el pasado mes
de marzo a MILENIO JALISCO el director de la unidad ejecutora de
abastecimiento y saneamiento de la CEA, Ricardo Robles Varela.